EL DIA QUE LLORO UN PAIS

JUAN DOMINGO PERON

1974 – 1° DE JULIO – 2024

“Quien ha visto la esperanza no la olvida…”

 Han transcurrido 50 años del paso de aquella cureña que llevaba los restos de nuestro querido Líder desde Olivos hacia el Congreso. En su recorrida miles de argentinos observaban atónitos, como descreyendo de una realidad palpable, lo que sus ojos veían. No todos eran peronistas, ni siquiera simpatizantes, pero a la inmensa mayoría de todos ellos, los veíamos con lágrimas en los ojos sumándose al dolor de los que abrazamos al justicialismo como una forma de vida y un sentimiento perenne, desde aquel no tan lejano 17 de octubre de 1945. Todos sabíamos que estábamos despidiendo al más grande estadista de todos los tiempos que supo tener la Argentina. Un hombre que fue tres veces elegido Presidente de los argentinos por voluntad popular. Una personalidad única, tanto para  sus seguidores como para sus detractores, su voz fuerte y quebrada, su sonrisa fácil, su mirada picara y la respuesta picante, despertaba respeto y admiración, odios y amores, pero sobre todas las cosas su visión de la conducción política, lo transformaron en el líder indiscutido por generaciones, siendo material de consulta permanente sus libros y sus trabajos sobre política nacional e internacional.

Con esa cureña se iba parte de la Historia Argentina, una Historia Argentina que marco para siempre  un antes y un después del peronismo. Alguna vez el General Perón recordaba al poeta Octavio Paz, para sintetizar aquella mítica década del 70 en la cual el regresó: “Quien ha visto la esperanza no la olvida. La busca bajo los cielos y entre todos los hombres”. Eso era lo que millones de hombres, mujeres y muchísimos niños contagiados por el llanto de sus padres también hacían, todos comprendieron en ese momento, que se iba el hombre que supo despertarles la esperanza a millones de argentinos, sea cual fuere su condición,

Así nuestro descarnado Líder de esos años pregonaba como lo hizo durante toda su vida, por su sueño más grande,  junto al de nuestra Inmortal Evita, de lograr la unidad de todo el pueblo argentino y la esperanza de una patria Justa, Libre y Soberana. Hoy aquellos que hemos abrazado las banderas del Justicialismo, recordamos este día en todos los actos religiosos y en los locales partidarios, con nuestra emoción y corazón peronista y comprometiéndonos a trabajar como nos pidió el General, para seguir manteniendo los gobiernos justicialistas en el orden nacional, provincial y municipal para la grandeza y felicidad del pueblo argentino. Compañero General Perón, en este nuevo aniversario, sus militantes de toda la vida le dicen: Descanse en Paz, estamos aquí presentes para trabajar por usted, por la compañera Evita y por todos los argentinos, hoy y siempre, que Dios los tenga en la gloria.